Fragmento
"(...) el cerebro no distingue entre lo
real y lo
imaginario, por ello es capaz de generar respuestas orgánicas también ante fantasías o recuerdos- Lo que emplazamos en la mente provoca emociones perfectamente reales, como las que sentimos muchas veces cuando soñamos, y estas, a su vez, desencadenan mecanismos neurofisiológicos similares (o idénticos) a los que se pondrían en marcha ante una situación perfectamente real."